martes, 28 de febrero de 2012

AP 9 FINLANDIA

FINLANDIA COMO MODELO

Finlandia es un excelente ejemplo de cómo un país con unos parámetros de gasto y restricciones similares a España (en la media de la OCDE) ha conseguido posicionarse como líder del índice educativo PISA 2006 (en el último ha sido desbancado por Corea), por lo que a nuestro juicio lo que deberíamos hacer es analizar en detalle las claves de su éxito.
Hay que hacer constar, en primer lugar, que el gasto medio por alumno entre España y Finlandia es similar y no se encuentra en niveles exorbitados, apareciendo diferencias relevantes sólo cuando se alcanza la Educación superior. También resulta revelador descubrir que el número de horas de formación dedicadas en secundaria son muy similares, y de hecho se encuentran por debajo de la media de la OCDE.
Una de las primeras conclusiones a las que podemos llegar tras analizar estos datos es que lo que realmente importa es la calidad de la educación, y no la cantidad (lo que no quiere decir que cuantos más recursos existan mejor, en nuestra opinión no existen mejores impuestos que aquellos utilizados en mejorar los medios educativos). Otro de los aspectos que llaman la atención es la uniformidad de todo el sistema educativo, es uno de los que presenta menores diferencias entre regiones, nivel social o distancia entre mejores y peores alumnos.
Parece ser que en Finlandia se ha buscado la uniformidad por excelencia (potenciando que el grupo sea tan bueno como el mejor de sus miembros), en lugar de buscar la uniformidad a secas.. o mediocridad (en el que se busca que el grupo sea tan bueno como la media del mismo, lo que penaliza a los alumnos brillantes y desincentiva a los que podrían mejorar), como parece suceder en España.
Parte del éxito de Finlandia, que para ellos resultó una sorpresa, parte sin duda de una forma diferente de abordar la educación, en la que a nuestro juicio pesa mucho el profesorado y la concepción de la educación (Por ejemplo, Corea del Sur, que consigue indicadores similares, utiliza un sistema educativo muchísimo más rígido) En cualquier caso no existe un único factor claro y decisivo que pueda ser aislado y señalado como “clave del éxito” de su sistema educativo, sino que se trata de un conjunto de cosas. En nuestra opinión algunas de las más relevantes incluyen:

ESTABILIDAD: En Finlandia la educación es uno de los temas sobre el que existe consenso político respecto a su importancia, lo que supone una estabilidad en el sistema educativo que permite que éste se desarrolle completamente, pueda evolucionar y madurar dentro de los mismos parámetros. Por contraposición, España ha sufrido 6 o 7 cambios relevantes en su sistema educativo, desde la LEG hasta la LOE, pasando por la LOGSE…etc. Es necesario un gran pacto en educación en España que aporte estabilidad a nuestro sistema, cubriendo las deficiencias que tan claramente han sido identificadas.

PROFESORADO: las claves más claras del éxito educativo finlandés. En Finlandia el profesorado que imparte las clases en las escuelas (de las que son responsables los ayuntamientos) es personal contratado. El hecho que el profesorado se vea sometido a las mismas presiones que el resto de sectores, mejora su competitividad. Otro de los aspectos fundamentales, y en los que nos diferenciamos mucho (desgraciadamente) del pueblo finlandés es el altísimo prestigio del que gozan los docentes en la sociedad finlandesa. El acceso a los puestos de docencia (formación y postgrado) es especialmente difícil, y sólo los mejores logran optar al puesto de profesor. Sin embargo, y de forma paradójica, no se trata de puestos especialmente bien pagados (cobran menos que en España, aunque si tienen mucho tiempo libre), en los que estatalmente no se invierte mucho en formación continua, ya que el personal docente paga de su bolsillo la misma.

METODO: En Finlandia la metodología utilizada para abordar las clases en muy diferente a la española: los profesores finlandeses trabajan mucho en grupo con sus alumnos, buscando retroalimentación de los mismos y realizando clases participativas, donde el ambiente es relajado y tolerante. Este hecho contrasta con la filosofía clásica española, donde el profesor imparte una clase magistral (cosa que por fin parece que va a cambiar gracias a Bolonia). Este punto sin duda es otra de las claves del éxito del sistema finlandés. El éxito del aprendizaje, según el pedagogo estadounidense Edgard Dale, depende en gran medida del nivel de participación del alumno, tal como plasmó en el “cono de la experiencia”. Más allá de este punto, existen otros condicionantes importantes:
·             Los profesores se comprometen con el éxito de cada alumno, y hacen un foco importante en el desarrollo de competencias.
·             El profesorado dispone de un PC en su aula, no sólo para realizar presentaciones…etc. sino para interactuar con padres y alumnos en espacios habilitados a tal efecto o mediante correo electrónico.

SISTEMA: El sistema finlandés, basado en el modelo alemán, tiene algunas diferencias notables con el español: Los alumnos no empiezan la escuela hasta los siete años de edad, y sólo acuden a clase durante 4 o 5 horas al día durante sus dos primeros años. Como aspecto interesante, el sistema educativo finlandés históricamente ha discriminado a nivel de instituciones y planteamientos entre las vocaciones científicas “puras” como física (UNIVERSIDADES), y aquellas enfocadas a la práctica (impartidas en POLITÉCNICOS, como por ejemplo enfermería). Este planteamiento ha dado interesantes frutos, pero parece que deberá cambiar para cumplir con el proceso de convergencia de Bolonia. Además, y a diferencia de España, los padres finlandeses también se involucran en la educación de sus hijos, y sobre todo son conscientes que la “buena educación o maneras” son responsabilidad suya.

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